Cinco medallas olímpicas y otras tantas más de Mundial o Copa del Mundo, de Juegos Panamericanos o Centroamericanos. Episodios épicos del Taekwondo. Personajes legendarios: María del Rosario Espinoza, Víctor Estrada Garibay, Óscar Salazar, Rubén Palafox, José Luis Ramírez, Miguel Ángel Nava, José Sámano…
¡Cuántas estrellas conjugaron sus agendas para hacer posible esta que se puede considerar la “Reunión Cumbre del TKD Mexicano”!
Marco espléndido para la celebración de la Segunda Copa de Taekwondo Cuautitlán Izcalli, que resultó un éxito deportivo, en el que el cinco veces medallista Mundial y Copa del Mundo, Rubén Palafox se llevó los aplausos también por su papel de organizador y anfitrión, porque debemos recordar que el Director del Instituto Municipal del Deporte de Cuautitlán Izcalli es orgulloso izcallense, nativo del pueblo de San José Atlamica.
“En mi época de activo, muchas personas me preguntaban que por qué no organizaba mi torneo en mi Municipio. ¿Quién iba a pensar entonces que cumpliría esa faceta, pero como Director del Deporte. Estoy orgulloso de servir a mis paisanos izcallense y más desde mi trinchera, que es el Taekwondo”, confiesa ahora que, con éxito tres magnos eventos de Taekwondo, para convertir al Municipio en la punta de lanza del deporte que tantas satisfacciones le dio.
Desde la 1era. Copa de Tae Kwon Do en octubre de 2016, el Abierto de Cuautitlán Izcalli y ahora la Segunda Copa, quien fuera gloria del TKD en la década de los 90 cuenta con las tablas necesarias para ejecutar a la altura de eventos mundiales esta Copa que reunió a más de 879 competidores para efectuar más de 500 combates en seis tatamis.
En la fiesta izcallense del TKD reunió deportistas de época: María del Rosario, la primera mujer mexicana que conquista medallas en tres ediciones diferentes de Juegos Olímpicos; Estrada Garibay, el primer medallista mexicano en la disciplina del Taekwondo como deporte oficial. Garibay y Palafox, miembros del histórico equipo mexicano que se impuso por primera vez a la potencia coreana (Mundial de Río de Janeiro, 1996). Y Salazar, con su hermana Iridia, la pareja de hermanos que conquistaron medallas en la misma justa Olímpica.
Junto a las legendarias figuras, en el presídium desde donde el Alcalde hizo la declaratoria inaugural del magno evento que reunió a taekwondoínes de diferentes regiones del Estado de México e incluso del país, se reunieron también prometedores adolescentes que representan el hoy y, ya en la competencia, decenas de niñas y niños que son el mañana de nuestro deporte.
Ahí estaban, incrédulos, la actual campeona Nacional y Seleccionada Mexicana, Samantha Rico; Brenda Dennis Costa, Brenda Nayeli Lua, Yuritza Aimée Galicia, Emma Naomí Jiménez, Thomas Ruiz Borges, Iker Casas o Paulina Armería Vecci.
Emocionó también la confesión de María Espinoza: “Fuiste mi inspiración”, dijo dirigiéndose a Estrada Garibay, el coleccionista de campeonatos mundiales, medallas panamericanas y mundiales o victorias en conjunto con Palafox, convertido nuevamente en su coequipero, ahora en el Servicio Público.
Tras la fantástica exhibición de la escuela izcallense Moo Do Kwon, en los seis tatamis pequeñas y pequeños dejaron corazón y alma mientras sus papás animaban con porras desde las siempre atiborradas gradas; emotiva la lección de vida que ofreció el Parataekwondoín tlaxcalteca, Luis Enrique Campos, actual campeón Panamericano en la categoría para amputados.
Al responsable de la Copa, Palafox, se le vio por todos los rincones checando detalles. En la Zona de Premiación, dibujando caras felices e inflando orgullosos pechos cuando entregaba medallas; en el presídium, vigilando que nada faltara a los invitados especiales. En la Zona de Gráficas, agilizando la concertación de combates y salida de los competidores… ¡Parecía como que fueran varios Palafox!
Fue común ver mamás y papás nerviosos. Niñas y niños ansiosos por llegar al área de combate. Desde sus apenas cuatro años, ya muestran ese Espíritu Indomable que los lleva hasta las lágrimas, aun con su medalla de segundo o tercer lugar colgada al cuello. Para ellos, ganar es todo, para llenar de orgullo a unos padres que sí gozan al fomentar en sus hijos los principios de Cortesía, Integridad, Perseverancia y Autocontrol.
Al final, la puntuación por equipos decretó que “Richard Chun” se convertía en Bicampeón de la Copa Cuautitlán Izcalli; segundo fue Chi-tae y el tercer puesto lo ocupó la Selección del Estado de México.
Los profesores, competidores, papás y mamás que desde las gradas repletas siguieron el evento las 11 horas de acción coincidieron al final: A LA ALTURA DE LO MEJOR DEL MUNDO.
“Qué bueno que fue en mi Municipio y desde el servicio público donde cristalicé finalmente este papel de organizador”, selló el iniciador de la era “Palafoxiana” en el Taekwondo izcallense, declarado ya como puntal de la disciplina en el Estado de México.
La percepción general fue que la Segunda Copa Cuautitlán Izcalli ha sido el evento del año en el TKD mexicano y estuvo a la altura de los mejores del mundo.
Calificación de 10 para Rubén Palafox, que ha logrado éxito total en los tres magnos eventos de este tipo.